Casa Real Posito I

casa Real Pósito de Aguilafuente es una vivienda de alojamiento completo en el medio rural con capacidad para cuatro y hasta cinco personas.

La casa se ubica en un antiguo pósito, datado de 1791, en el reinado de Carlos IV, según reza en la inscripción situada en el dintel de piedra caliza situado sobre la puerta de entrada. Los pósitos fueron constituidos como instituciones de carácter municipal cuya legislación se inició durante el reinado de Felipe II (en 1584), de manera que en el siglo XVIII, concretamente en 1792, momento histórico al que pertenece el de Aguilafuente, existían en España 5.249 pósitos municipales.

El edificio datado de 1791, en el reinado de Carlos IV, según reza en la inscripción situada en el dintel de piedra caliza situado sobre la puerta de entrada, ha sido rehabilitado como casa rural siguiendo los cánones de la arquitectura popular de la zona: madera, piedra, ladrillo, junto a ello se ha recuperado la fachada de una manera fidedigna, basándose en los restos que quedaban de la original, para ello se ha aplicado yeso y cal grasa.
abitación Marqués de Aguilafuente: rinde tributo al título nobiliario que se remonta a 1536 en que es concedido por Carlos V, siendo confirmado años después por Felipe II. representa a la familia que durante tres siglos fue propietaria de la villa. Dicho título aún existe, recayendo en la actualidad en el XX Marqués don Diego Colón de Carvajal Gorosábel.

La habitación dispone de una cama de matrimonio y un cuarto de baño anexo al propio dormitorio con un completo equipo de hidromasaje. Cuenta con una exquisita decoración en la que se mezclan armoniosamente materiales tan nobles como la piedra, el estuco y la madera. En una de sus paredes cuelga un retrato del emperador Carlos V a caballo, monarca que nombró al primer marqués de la villa.

Habitación Villa Romana: en honor al yacimiento excavado en la localidad entre 1968 y 1972 en el que aparecieron restos de una lujosa mansión señorial romana del siglo IV así como una necrópolis visigoda correspondiente al siglo VI. Por ello aparece decorada en uno de sus lados con frescos al más puro estilo pompeyano además de un excelente acabado en piedra.

Dispone de una cama doble y un cuarto de baño completamente equipado, además de contar con la posibilidad de una cama supletoria en caso de necesidad.

El salón ocupa gran parte de la casa y posee todos los elementos de confort para disfrutar de una estancia agradable; televisión, DVD, cadena musical, chimenea francesa, una pequeña biblioteca.

La cocina dispone de horno, vitrocerámica, lavadora, tostador, microondas…todo ello en un ambiente rústico en el que la piedra, los revestimientos cerámicos tradicionales y la madera se conjugan para crear un ambiente acogedor a la hora de preparar la comida.