Hotel Sara De Ur

Sara de Ur es una pequeña caja de música, que ha tomado asiento sobre una antigua villa de recreo de principios del siglo XX ubicada en la ladera de las crestas montañosas de La Cabrera, en la sierra norte de Madrid.
Remozada y hermoseada con paciencia y delicadeza, su construcción se traba con piedra, barro, madera y arcilla. Tres edificios contiguos se comunican por un jardín apacible salpicado por hileras de encinas, chopos esbeltos y arces solitarios y entre cuyos senderos encontrará un pozo de agua fresca y una capilla de tormentas.

La filosofía del hotel es la de recobrar el antiguo concepto de casa, con sus cosas, sus lumbres, sus recuerdos. Pues el hombre de hoy, instalado en inmensas y rugientes ciudades, añora todavía en su memoria el silencio y el frescor de la casa de piedra y barro, con un pozo y unos árboles en torno. Y una tapia y un sendero, referencias del soñado y perdido Paraíso. Un jardín para estarse en él, en la compañía de jazmines y alhelíes, de menta e hierbabuena.

Cálido, atrevido y sofisticado, el interior está poblado de telas y cerámicas, relieves y pinturas, en un audaz diálogo entre el tiempo viejo y el tiempo nuevo. Y alfombras, muebles y lienzos emiten delicados y misteriosos discursos mientras las amplias estancias se llenan de luz y silencio. Pues todo está medido para que aquí acontezca el milagro de la holganza y el reposo en el que el implacable tiempo ha dejado huellas de belleza y de memoria para nuestra alegría y contento.